lunes, 3 de febrero de 2014

MEDIA MARATÓN DE GRANOLLERS 2014.

Primera carrera en este 2014 y primera decepción. En esta ocasión, cambiaba los escenarios del sur por mis nativos, los del norte.
Esta ocasión la prueba elegida era la Media Maratón de Granollers, una media con mucho prestigio, y una de las mejores del ranking nacional a la que acuden todos los años los mejores fondistas del momento del mundo.
Todo parecía indicar según los periódicos regionales que nevaría, pero precisamente hizo lo que menos me gusta, sol.
Con 5 grados pero un viento helado, se iniciaba la carrera puntualmente, y en la que pude posicionarme bastante bien entre los supuestamente 14.000 participantes.
El recorrido que previamente había visto en la web, consistía en 11 kms de subida y la vuelta de bajada. En los primeros 11 kms, se conseguía una altura de 150 metros aproximadamente.
En realidad no sabía muy bien como me encontraría después de una semana un tanto complicada, mas de un mes sin competir y dos meses y medio sin correr una media. Otro de mis peores enemigos como son las comidas, fueron protagonistas los días previos con tantos encuentros con familiares y viejos amigos.

                                      
Una vez metido en mi cajón de salida, veo la gran multitud de espectadores que abarrotan las aceras y los balcones de los edificios anexos a la salida.
Con el pistoletazo de salida, voy avanzando pero no veo que la afluencia de publico descienda. El primer km solo puedo hacerlo a 4:10 por la gran marea de corredores que ocupan el recorrido y me dificultan el paso. El segundo km tampoco puedo bajar de 4 min/km, y en el momento que me marca el garmin el km 3 me doy cuenta que esta media no me va a salir bien. Noto que las piernas las tengo muy pesadas y que voy muy forzado para el ritmo tan lento que llevo. 
El objetivo era sacar una media hasta el km 11 de 4:00 a 4:05 y bajar a 3:40-3:45. Pero en aquellos momentos solo sentía la impotencia de querer y no poder.
En fin, conforme voy haciendo kms voy bajando el promedio poco a poco, y llego al km 11 con un promedio de 4:03, pero muy mermado y sin grandes esperanzas de poder responder a mis exigentes objetivos marcados.
 En el punto de inflexión del trazado, a pesar de ir como un zombie, serprendentemente marco del 11 al 12 a 3:45 e ilusamente o ingenuamente empiezo a creer en la remotada. Pero entre el 12 y el 13 encuentro una subida que solo me permite marcar a 3:54, pero a pesar de ello no aflojo para no perder ritmo. 
En el km 14 otra desagradable sorpresa, otra subida, este a 3:57, pero al poco de esta, entro en la última subida y vuelvo otra vez a pasar un km por encima de 4.
Por el km 16 y 17, empiezo a encontrarme muy cansado, una molesta e incomoda rozadura, leves molestias de estómago...suficientes para no cuajar un buen tiempo ni para quedar satisfecho.
En el km 18 me doy cuenta que solo puedo optar como mucho a 1:24: largo, por lo que decido despedirme de la prueba y acabarla sin agobios.
Los tres últimos kms, por mal que vayas, creo que es imposible no bajar de 4  por la gran afluencia de espectadores animándote con todas sus fuerzas, es simplemente impresionante.
Y por lo demás, buena organización, un público superentregado, un voluntariado a la altura de las circunstancias, pero para mí, un trazado algo duro, y sobraban las típicas reivindicaciones aldeanas de los cuatro cenutrios lugareños que aprovechan este momento para mezclar sus ideales retrógrados con el deporte. Pero vamos a lo importante, duelo de atletas africanos concretamente entre keniatas, pero finalmente se hizo con la prueba Wilson Kipsang con 1:01:18 récord del mundo del año 2014.
Yo solo pude hacer 1:25:27 y quedar en el puesto 527.

                                   
El plusmarquista de maratón celebrando su victoria.

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