A finales de la temporada pasada, quise tener planificada totalmente esta temporada en cuanto a correr dos maratones, una en diciembre, la cual la elegida era Málaga , y otra en Abril, y tenía que ser Londres o París, así de contundente. Basando la primera maratón como una toma de contacto con la distancia para dar el salto a las sub tres horas.
En verano, durante mis vacaciones en agosto, decidí que la maratón para bajar de las tres horas sería Treviso.
En noviembre en la media de Lorca, con 1:23:10 alcanzo el punto cumbre de la temporada, idóneo para las sub tres horas, pero tengo que parar un mes por una lesión en el tendón de aquiles, aunque vuelvo a las cinco semanas y sin haberme recuperado del todo. Durante el mes de enero entreno duramente para alcanzar un óptimo estado de forma de cara a llegar a tiempo para Treviso.
El termómetro, sería la media de Granollers, pero por otros motivos de tipo personal a lo largo de esa semana, no logro bajar de 1:25. Así qué con ese tiempo y por motivos de trabajo más la organización de la Media Maratón de Vera, dejo de entrenar y haciendo una media de 10 kms de lunes a viernes y los del domingo si hay competición es la base para acudir a la cita maratoniana.
Pero bueno, mentalmente me estaba preparando sin saber cuándo ni dónde iba a correr la maratón de la temporada, ya que no quiero perder el contacto con la distancia.
A mediados de febrero hago una lista con las maratones que veo interesantes para correr en las que están Badajoz, Roma, Dusseldorf, Kiev, Bonn, Belgrado y Madrid. Pero casi todas las descarto por evitar el calor y finalmente me decido por la capital de la antigua República Federal Alemana, la Deutsche Postal Marathon Bonn.
Previamente acudo a Murcia a la media para ver como estoy y a que ritmo afrontar la maratón, haciendo mis típicas cuentas matemáticas basándose siempre en mis anteriores tiempos en relación media maratón+ tres semanas= maratón. Con 1:27:55 mis hipótesis me llevan a pensar entre 3:10 y 3:15, pero las dos últimas semanas se me atraviesan, después de la media de Murcia, salgo dos veces y no llegó ha hacer más de dos kms, acudo al físio y lo que me temía, fascistas plantar, y a la semana siguiente, para ponerle la guinda al pastel, la gripe de turno con tres días ko. Pero bueno, se que por lo menos me iba a venir bien para experimentar ya que no habían objetivos de por medio.
Como mal ejemplo a todo aquel joven deportista que lee el blog, nada más llegar al aeropuerto de Alicante, no puedo resistir la tentación al ver un Mcdonals y peco, pero estaba justificado por aquello de no ir con objetivos. Después de llegar a Maastricht, Holanda, tocaban tres transbordos hasta llegar a Bonn. Al día siguiente de llegar tocaba visitar la ciudad por la mañana para descansar por la tarde. Pero al final ni descanso ni nada, feria del corredor y visita por la ciudad, que para el lunes tocaba Lieja y Maastricht.
A las doce de la noche me acuesto y a las ocho me despierto como sí hubiera dormido toda una vida, y me levanto con muy buenas sensaciones, todo lo contrario que el año anterior en La Coruña donde acudía con objetivos algo más ambiciosos y mucho más entrenado. Pero sin embargo, hay algo que me preocupa, el sol que pega bien fuerte, y eso que me fui de España huyendo del sol, y a pesar que estuvo lloviendo el resto de la semana.
Conforme voy del hotel hacia el centro, ya se va viendo el ambiente, todo de amarillo y negro ya que es la maratón de correos alemán. Trece mil participantes entre la maratón, media, relevos, niños y patines.
Una vez en el cajón de salida, en la cual me metieron en el primer cajón una vez demostrado mi tiempo en maratón en menos de un año en un evento cronometrado por championchip, me doy cuenta de la educación y el civismo que hay fuera de España en la que los corredores, se meten en los cajones donde le corresponde, y una vez dentro abres los brazos en cruz y puedes moverte sin golpear a ningún otro corredor. A la vez me di cuenta que tampoco habría mucho nivel al verme en esa posición.
Nada más empezar, me doy cuenta que hay dos liebres por tiempo con globos y con camisetas donde por la espalda indican el tiempo que van a hacer. El primer km, salida del centro hacia la otra parte de la ciudad de la que la divide el río Rin. Nada más salir del centro dirección a la otra orilla del Rin, cruzamos el puente y primera elevación y primer golpe de calor sin sombra ninguna.
Entramos en una zona residencial con gente en la puerta de sus casas animando autómatamente, una gran recta muy llana y muy larga de tres o cuatro kms que parecían que ese llano picaba hacia abajo, por lo que no me dejé llevar por la euforia y aguanté el ritmo suave del primer km. Llega el cambio de sentido en el km 5 con la sorpresa del avituallamiento con vasos de plástico y el llano que parecía bajada, ahora parece más bajada aún, llegamos hasta el puente aproximadamente en el km 10 y otra vez a subir la elevación del puente. El calor es incómodo, pero entramos a correr en una especie de paseo a las orillas del río y aunque soplaba el viento algo fuerte y aunque frenara un poco, no me molestaba, más bien era de agradecer, porque el viento era fresco y no se notaba tanto el calor.
Al salir del paseo después de cuatro o cinco kms, entramos por un parque donde daba un poco la sombra y aliviaba el calor. En el km 17 un poco de repecho que en la segunda vuelta sería más difícil de subir seguramente.
En el km 20, lo mejor de la prueba, la entrada en el centro histórico donde un km antes de la media ya empezaban a verse arcos, vallas, cintas, público, y un ambientado impresionante. Paso la media en 1:32:46. Al salir del centro, parece que se nubla un poco, y otra vez al puente. Atrás dejaba el precalentamiento, los 21 primeros kms más largos que se me han hecho en una maratón, que aunque fuera bien, lo único que me apetecía era ya meterme en lo que es la maratón. De la media al 30, el calentamiento, y a partir del 30, empezó la maratón de verdad, con molestias en las cervicales y un dolor insoportable en la planta del pie fruto de la fascitis plantar.
A partir del 35 una verdadera odisea con la fascitis y las cervicales donde empiezo a acumular kms más cerca de 5 minutos el km que de 4:30, pero eso ya daba igual, porque no había presión con objetivos y después de hacer del 40 al 41 el km más lento que me salió a 5:10, llegaba el gran momento, el de la entrada en el último km donde fue muy especial por la gran afluencia de público y el auténtico ambientazo de fiesta que había en ese centro histórico con esa arquitectura tan diferente que tenemos en España y tan acogedor como es el centro de Bonn.
Aunque tenía ganas de llegar a meta, daba pena terminar el último km por la ovación y todo lo que a uno le rodeaba, pero a la vez deseando de llegar y estirar la planta del pie y sobre todo la zona cervical y de los hombros que me machacaron los últimos kms. Del resto, muy bien para como me debía haber ido, pero es lo que hay, el año pasado me merecía más, y pegué el pinchazo del año y esta, después de todo no me veía bajando de 3:30.
Al terminar, muy buen avituallamiento final, muy pero que muy bien organizado todo y directo a buscar a un amigo que había venido expresamente desde Frankfurt por sí tenía que identificar mi cadáver.
A pesar de venderte la maratón con más12.000 corredores, en realidad, gran parte de esa cantidad se la lleva la media con 9.000 corredores, la maratón, no llega ni a los 1.500, y aunque es la tercera de Alemania después de Berlín y Hamburgo, no es una maratón con mucha presencia internacional, más bien de tipo local o como mucho nacional a diferencia de otras maratones como puede ser Viena donde paso que dabas te encontrabas un corredor español, aquí solo cinco españoles, aunque en mi opinión muy recomendable. El primer clasificado entró en 2:18 y la primera femenina en 2:45, ambos dos etíopes.
CLASIFICACIÓN (1.290 atletas) (1.088 llegados a meta)
75º. De la general.
7º. Categoría M 30.
10º. Extranjero.
1º.Español.
TIEMPO:3:12:51
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