lunes, 24 de noviembre de 2014

MEDIA MARATÓN DEL BAJO ALMANZORA 2014.

                                         
     
                                                      Ramón, Félix y Antonio.

Por Antonio Casquet.

"El domingo 23 de noviembre de 2014 se disputó la “Media Maratón solidaria del Bajo Almanzora”. La prueba tenía una finalidad benéfica, ya que la recaudación iba destinada a la Asociación Española Contra el Cáncer. Como es tradicional, los participantes fuimos a Cuevas del Almanzora a las 09:30 y un autobús nos llevó al lugar de salida, el hostal Overa.

La carrera dio comienzo a las 10:30 y contaba con una distancia aproximada de 20’5 km. Los primeros quince kilómetros transcurrían por tierra alternando duras subidas (una de ellas de más de dos kilómetros) y vertiginosas bajadas. Tras pasar el pantano de Cuevas, el recorrido discurría por asfalto con predominio del llano y ligeras bajadas. La meta estaba situada en la calle mayor de Cuevas del Almanzora.

Tras la salida, Diego de Antas tomó el mando de la carrera y Félix se fue detrás de él. No obstante, al empezar las subidas Diego se escapó y Félix no pudo darle alcance. Tal y como cuenta, fue una “carrera dura para los que somos de asfalto, pero con muy buenas sensaciones”. Finalmente, nuestro compañero acabó en segundo lugar con un tiempo de 1:20:34 seguido de Francisco Fernández Parra, “Rosco”. 

Por mi parte, me tomé la carrera como un entrenamiento. Salí en la parte trasera del grupo acompañando a Ramón Flores. Corrí con él hasta el cuarto kilómetro y, cuando empezaron las subidas, me marché por delante. Hice el tramo de tierra sin forzar y adelanté a algún corredor. Cuando empezó el tramo de asfalto tuve la tentación de acelerar, pero me contuve. Al final acabé con 1:45:56 por detrás Juanmi Flores. Por su parte, Ramón hizo sobre 2:05:00 y la prueba le sirvió como preparación para la media de Lorca.

La organización estuvo bien. Pese a que hubo pocos corredores, pusieron un autobús para trasladar a los corredores a la salida. Durante la carrera había avituallamiento cada cinco kilómetros y en meta daban bebida y una bolsa del corredor (con fruta, agua y una camiseta). En definitiva, fue una carrera dura pero bonita de correr, sobre todo por su fin benéfico."

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